Y un día cualquiera la olvidé
no recordé más nuestro cariño
nuestras palabras escondidas
nuestros encuentros a media luz
esos besos textuales
aquellas caricias de vidrio
se fue la tristeza basal
y mi existencia siguió la espiral hacia la tierra.
II
La muerte no es más que vacío
ausencia dolorosa para quién vive
nada para quién no
Pero la muerte no es una
son muchas hojas que caen
es usted acariciándome la mano
anoche mientras dormía.
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