Anoche
me comí el último dulce que quedó en la refri.
Hace
dos días boté una bolsa con una punta de pan.
Me
he estado aprendiendo una canción que habla de sirenas y ausencias.
Dice:
“si tuviera que irme quiero que sepas que siempre te amé,
también
te tuve en alta estima.”
Veo
programas de accidentes aéreos para controlar el miedo.
A
veces algo contingente me hace llorar, mientras nos alejamos lentamente
En
el mar o en el espacio
estamos
solos
y
nadie llamará.
Ojalá
que estés bien.
Un
beso.
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