lunes, 1 de septiembre de 2014

Old draft

Tal vez esto no sea tan malo.
Tal vez se pueda querer de otras maneras.
Tal vez se pueda aprender.

La oficina

El estruendo del mar de carros
la ansiedad y violencia por llegar al empleo
la violencia del empleo
la felicidad de la salida
la fugacidad de la felicidad
somos todos esclavos
cuerpos a sueldo
el umbral del empleo es guillotina

Anhelar lo que no se tiene

A veces pienso que retrocedí
que estoy acá y he perdido
me hacés falta
mi vida con vos era  más alegre
había una calma que he cambiado
por arena
no te veía
veía hacia la ventana
ahora que no estás
quisiera haberte visto más
La verdad, ya estoy viejo
estoy aquí cansado
como esperando la muerte
total, da lo mismo
vamos todos para allá.

domingo, 31 de agosto de 2014

Mensaje de texto reprimido

Estoy aquí sentado, tomando café, en esta casa que ya no es nuestra casa. La tristeza me hace escribir. A veces es triste estar sin vos. Otras veces no. Conforme te alejas me siento más solo. Siento ganas de salir a buscarte. A pedirte que no te vayás lejos. Estoy perdido. No sé que quiero definitivamente. Sólo sé que quiero de forma parcial. A veces. Es extraño. Me pregunto ¿cómo mantener ese vacío que impulsa, sin destruir lo que hay? ¿Será eso posible? ¿Será que se trata de buscar algo que nunca se va a encontrar y que está perdido desde el inicio?

A veces pienso que no quiero empezar de nuevo. Que ya tenía lo que andaba buscando. Otras veces me digo a mí mismo que era necesario irse de ese lugar seguro, que me hacía ver hacia la ventana y querer estar en otro lugar. El ese otro lugar de hoy es este. Acá frente a esta computadora. Escribiendo para no sentir tanta tristeza. Para remendarme.

Hoy pensé que la tarde estaba bonita. Quise que aún pudiésemos hablar, que nos pudiésemos ver. Quise tomar café con vos y luego decirte que fuéramos a caminar. Aun me queda mucho por llorar. Eso lo he comprendido. También he comprendido que hoy te extraño sin culpa. Simplemente te extraño. Extraño ese que era cuando caminábamos juntos.

Recién termino mi café. Saldré a caminar, acompañado de mí mismo. Y querré verte caminando por ahí, para darte un beso y un abrazo, sencillamente.

viernes, 29 de agosto de 2014

La disolución de mi familia

Contacto en caso de accidente
Nadie
Beneficiario de sus cuentas de banco
Risas
Nadie
Buenas noches al dormir
Nadie
Es difícil saber colocar estas caricias
que ya no tienen dónde ir
se quedan a medio camino
arremolinadas como lombrices de tierra
aquí mismo
dónde se abre el abismo
dónde el vacío está
dónde tu presencia falta
Está bien que no estemos juntos
Así yo no te pediré un no
y vos te podrás decir que sí
junto a alguien distinto
Yo me daré mil veces contra el mismo muro
hasta que me raje la cabeza
hasta que deje de existir
o hasta que aprenda a soltar
mientras tanto este asteroide se siente un poco sólo
vacío
callado

lunes, 18 de agosto de 2014

Lunes

Te extraño
nos hemos ido a vivir
cada quién por sí mismo
y la soledad es soledad de vos
no me gusta esta tristeza
me hacés falta
y desear es aprender a vivir
con eso.
Estamos solos.
Así moriremos.

Es mejor que nos vayamos acostumbrando.

martes, 1 de julio de 2014

Martes primero de julio: nueve y cuarenta

Y uno
Se siente eso que desaparece
Hoy anunciaste que no vendrás
Y yo no te espero
Y dos
Espero que estés bien
que disfrutés
que sintás amor y pasión
que te ilusionés
que te sintás deseada
Y tres
Te amo profundamente
lo suficiente como para saber
que esta vez sí nos despediremos
y no regresaremos
nos veremos en la calle
Y cuatro
Nos abrazaremos
Y el amor que nos tenemos
permanecerá
como permanece en la memoria
Y cinco
la persona querida que falta
Y seis
el muerto que dejó con nosotros su vacío
y que sólo encontraremos
en los sueños
y en nuestros ojos
Y siete
cada vez que nos veamos de frente.

jueves, 13 de marzo de 2014

Monólogo de bachiller

¿Alguna vez han pensado y sentido que son incapaces de hacer algo o dejar de hacer algo? ¿Han experimentado esa sensación de impotencia, esa frustración? Tal vez sí, tal vez no. Si nunca han tenido esa experiencia, me alegra por ustedes. No se las deseo. Si la han tenido, entonces saben muy bien de lo que les hablaré. Desde el principio les cuento que este cuento no es un cuento con final feliz. Tampoco tiene una moraleja. Y no va a servir para calmar ni la ansiedad que puedan sentir ustedes ni la mía. Posiblemente sea una historia inútil, algo que no les servirá para nada ni a ustedes ni a mí. Pero es una historia, un cuento, que exige ser dicho, que exige ser contado.
 Retomando la pregunta inicial, si son de aquellas que saben qué se siente ser impotente, qué se siente no ser capaz de hacer algo o dejar de hacer algo, si han experimentado esa frustración, sabrán que “eso” que causa esa impotencia y esa frustración es una herida abierta. Más aún, es una herida infeccionada que supura toda una suerte de líquidos malolientes, una gangrena o una especie de lepra. Es una herida, una infección que se esconde, de la que uno se avergüenza. Es una de esas cosas feas que no se anda mostrando por ahí, a menos de que uno esté demasiado satisfecho con ese goce. Y siempre se trata de un goce, aunque uno no ande mostrando la herida por ahí.
¿Y eso qué? ¿Y qué con eso? Nada. No tiene sentido. Ese sufrimiento no tiene sentido. No tiene explicación. No tiene un botón que lo desactiva. Tampoco uno que lo haga volar en mil pedazos. Peor aún, que uno hable de “eso”, que lo tenga más o menos determinado o identificado, que pueda mirarlo, que pueda mirar como otros lo miran, no lo cambia mucho. Más bien, puede que lo haga más fuerte. Puede que le dé alimento, que lo haga un monstruo enorme. Y si es un monstruo, algo muestra. ¿Uno lo ve o no lo ve? ¿Qué muestra “eso”?
No sé. ¿Será que uno encuentra respuestas o que se cansa de buscarlas? Iba a decir “lo cierto”, pero no hay nada “cierto”. No hay certeza. Después de mucho tiempo de buscar respuestas, solo se encuentran otras preguntas y una nebulosa. Una maraña de maleza, un bosque denso, poblado de lianas que obstruyen el paso, como una telaraña verde.
¿Quiénes somos? ¿Hacia dónde vamos? ¿De qué sirve todo esto que hacemos? Esas son preguntas que no tienen respuesta. Al fin y al cabo se trata del fin, del fin como objetivo o propósito y también del fin como final, como muerte. No delfín como pez. ¿Qué propósito tenemos en este planeta? Uno se responde desde su narcicismo, desde su ansiedad o desde ambas. Yo quiero cambiar el mundo, yo quiero ser Jesús. Yo quiero redimir al mundo de las injusticias, de las violencias, del hambre, del sufrimiento, de tantas cosas que andan mal. ¿Y si el mundo no se deja? Yo quiero ser un gran doctor, un gran político, un gran astronauta. Yo quiero ser reconocido, que me digan Señor Don Tal, Doctor Mas Cual. Se trata de tener las respuestas, de saber. Yo que sí sé. Yo sé. Tengo el saber y la certeza en mis manos. Y un título que lo respalda. Un título que lo acredita. Un título que lo autoriza, en el sentido de que le da permiso. Con permiso. El permiso para. El permiso se la pone dura. Y tiene respaldo, acreditación, autorización, permiso para metérsela a quien se deje o a quién no se defienda.

Llegados a este punto se ha perdido el sentido. Ya no se siente. Es un adormecimiento. Esta uno perdido entre tanta mierda, entre tanta oscuridad, entre tanto ruido. Tiene el corazón en una esponja, la frente con arrugas, los ojos y los pies cansados. Tiene un nudo de lágrimas en medio del pecho y una sensación de vacío en la base de la espalda, en el cerebro. Se maravilla de los anaranjados poró y de los rosados robles. Siente el calor de la madera en su cuarto en la tarde al llegar. Agradece la cercanía del abrazo, de la caricia. Reciente la dificultad en la cama. Y todo en cámara lenta camino a la muerte. Una cámara lenta muy rápida, como un destello de luz del nacimiento a la muerte.

jueves, 13 de febrero de 2014

No fue amor

No fue amor;  
fue una verdad mentida de corazón, 
un desamor, un problema sin dolor,
fue a lo mejor,  mejor

No fue amor;
fue una impaciente causa de la razón, 
la solución del coraje y el temor, 
fue a lo mejor, mejor
 
Una suerte de felicidad, 
una luna entera en la ventana, frente a la soledad, 
como si volviera lo que no lo hará, como rosa seca viviendo más, 
como si despertar

No fue amor; 
fue un equilibrio justo de la ilusión, 
lo mas que dos, lo posible siéndolo, 
fue a lo mejor,  mejor

No fue amor; 
fue de todas maneras la última opción, 
el porvenir del pasado que volvió, 
fue a lo mejor, mejor

Un ocaso de tranquilidad, una duda buena de verdad, 
una igualdad real, como si la suerte se volviera plena, 
como niños viejos, como cerca y lejos, 
como resucitar

No fue amor;
fue la verdad mintiendo de corazón, 
la salvación, la sutura del amor,
Fue a lo mejor, mejor, no fue amor