lunes, 9 de octubre de 2017

Carta a vos

Así, de por sí, te quiero escribir
es de noche y llueve
duermes
yo veo la tele que no es tele
la última escena: un carro que se hunde en una piscina
esto de estar con vos es tan nuevo
a una edad en la que lo nuevo ya casi no existe
es como caminar en la oscuridad en una playa
alumbrados por luciérnagas
me alegra poderte contar que a veces me arde el pecho
y que tengo miedo y que no sé qué hacer
me alegra que me podás escuchar en silencio y serena
y que luego me podás besar con la misma ternura de siempre
me alegra poder escribir esa imagen de la playa y las luciérnagas
mientras escribía eso estalló un juego de pólvora
¿juego o fuego?
¿los dos?
Los dos.

jueves, 31 de agosto de 2017

Wrong way

Hace tiempo que no me escucho ni escucho
tres árboles solitarios en el fondo del cuarto
hace tiempo que pasa el tiempo y nada se mueve
ni las hojas, ni el papel, ni las ramas
pienso en cada cara, en cada mano
en cada palabra y todas
en cada palabra y algunas
hay un zumbido eléctrico de fondo
la lluvia que llovió de noche y sus nubes
los sonidos del día y la jornada
voces de fondo, chirridos, traqueos
un pájaro que gotea su canto
una sirena lejana que se aleja más
¿o se acerca?
los clics de ratón, las teclas tecleadas
cada sonido que no tiene sentido
cada sentido que no tiene sentido
cada sentido que no tiene
cada sentido.

miércoles, 8 de marzo de 2017

De cangrejos y peces


Llueve, es de noche
y suena un tambor
es extraño, raro
No tuve ganas de volver
pero mis zapatos
me trajeron de regreso
mi camisa sintió nostalgia
los objetos en las bolsas de mi pantalón
sofocaron un grito
Esto es un laberinto oscuro
pero cálido
me guía esta sensación
en los labios, en la lengua, en los ojos
Estoy un poco perdido
pero no tengo miedo
tengo una confianza extraña, rara
Como si el mar de besos
que me empuja en estos sueños
estuviera en paz consigo mismo
como si los cangrejos y los peces que lo habitan
supieran esperar.

Siberia tropical

Las ventanas, de par en par,
llenarán de frescura las cosechas,
que cada luna riega en nuestras pieles.

M.A.

El día se hizo
la línea del tren floreció
la mar besó el hierro
lo deshizo en temblores
frutas dulces
sexo denso
ríos cálidos
sus cuerpos fueron fiesta
no hubo culpa
sólo besos apretados
y orgasmos múltiples.

Lunes II

Desde que nos separamos
me siento solo
he descubierto que el teléfono
no calma esa soledad
hablar con alguien distinto a vos
tampoco lo alivia
Antes, ese lugar lo ocupaba mi mamá
ahora, ella y yo ya no tenemos nada que decirnos
y vos ya no querés hablar conmigo.
Tal vez lo que busco es a alguien con quien
compartir de igual a igual
quiero una compañera, no una madre
quiero una compañera, no una hija
soy adulto, estoy solo
Busco querer y que me quieran
sencillamente
busco compartir besos abrazos caricias y placeres
simplemente
¿será eso tan terrible?
¿será eso tan complicado?

I

Estamos al borde
entre la arena y el agua
caricias y miedos
baile de fantasmas
manos y pieles.

En ese ataúd todos lloran su muerte propia

Hombre de pelo blanco
oxidado por el agua de los pantanos
por ese río transportador de detergente y pesticidas
Hombre de brazos quemados por el sol y la gasolina
piel arrugada por el calor y los trabajos forzados
mal pagados
potreros de zacate y palma
vacas flacas
perros con pulgas
gatos salvajes alimentados con comida para tilapias
barro, chapulines
tractores en el gallinero
casa de retazos
estruendo de trenes lejanos
aire fresco de la tarde
sonido del mar
Pa, aquí estoy
soy su hijo
Hijo, aquí estoy
soy su papá.

El río

I

El río es una placa de hielo
en el centro del pecho
el perro te extraña
hace círculos por la casa
mira para otro lado
no hay nada que entender
no hay nada que extrañar
corrí lo más lejos que pude
con sobresaltos
con miedo a las hormigas
con las piernas cruzadas
extraño.

II

Todas las tristezas
cada aguja en las yemas
cada lanza
cada gota
lo tibio después
el beso
el abrazo
la caricia
el presente
que no es
el que sí.

Adioses

I

Y un día cualquiera la olvidé
no recordé más nuestro cariño
nuestras palabras escondidas
nuestros encuentros a media luz
esos besos textuales
aquellas caricias de vidrio
se fue la tristeza basal
y mi existencia siguió la espiral hacia la tierra.

II

La muerte no es más que vacío
ausencia dolorosa para quién vive
nada para quién no
Pero la muerte no es una
son muchas hojas que caen
es usted acariciándome la mano
anoche mientras dormía.

Sin revés

 Prefiero escribir acá
en esta imitación de papel,
combinación de luces,
zeros y unos.
Ahora todo es así,
todo está al alcance de las yemas
a la distancia de un impulso.
Y, sin embargo, entre el cristal
y mis huellas hay un abismo
como gotas que caen en lo oscuro.
Pensándolo bien,
el abismo está bien.
Tal vez lo profundo no exista
y todo sea superficie sin revés.
¿Qué hacer con el remolino?
La fuerza, el agua.
¿Quién sabe?
¡A lo mejor!

II

Su silencio es inquietante
la espera también
sea lo que sea
influyen mucho sus besos
su intensidad subterránea
su inteligencia filosa
su centro de gravedad
su sabor
los pájaros que vuelan
los ojos que no se fijan
el agua que se escapa
mi lengua entre sus piernas
sería lo correcto
su imaginación
sus anteojos
el salto de su cuerpo y mi cabeza
el efecto del miedo
el vacío del riesgo
encontrarse finito
saberse fugaz
quererse capaz.

La Antigua Basílica

Desde el primer día visitamos iglesias
caminamos, aprendimos de los exvotos y esas cosas
fuimos al barco pirata (para niñas/os)
caminamos más
paseamos
jugamos
nos divertimos
¿en qué momento se volvió el juego una competencia?

(Ir)Respetando su espacio

He infringido mi acuerdo de distancia
si todo está perdido no hay nada que perder
total, parcial.
Busco razones para llorar en cada serie
escucho cada campana con sobresalto
hoy quisiera que durmiéramos juntos.
Me gustaría besarla suave y profundo
me gustaría tocarla sin miedo
abrazarla sin ropa.
Tengo esta sensación de crema de vainilla y nicotina
de uñas de colores en la espalda
de movimientos lentos y calientes.
Lo dulce de las tormentas de nieve a medio día
una cerveza en el bar más triste de Barrio Luján
y una cucaracha sobre la barra, cerca de la boca.

miércoles, 1 de marzo de 2017

Air crash investigation

Anoche me comí el último dulce que quedó en la refri.
Hace dos días boté una bolsa con una punta de pan.
Me he estado aprendiendo una canción que habla de sirenas y ausencias.
Dice: “si tuviera que irme quiero que sepas que siempre te amé,
también te tuve en alta estima.”
Veo programas de accidentes aéreos para controlar el miedo.
A veces algo contingente me hace llorar, mientras nos alejamos lentamente
En el mar o en el espacio
estamos solos
y nadie llamará.
Ojalá que estés bien.
Un beso.

martes, 28 de febrero de 2017

Lent et grave

Escucho a Satie y el piano me evoca una tristeza sosegada.
Como si comprendiera profundamente que todo está perdido.
Que la angustia de anticipación no es más que angustia de resignación.
Y que esa idea está bien.
Que estoy bien con esa idea.
Si todo está perdido, al menos se puede hacer otra cosa.

jueves, 16 de febrero de 2017

Houdini

Esta soledad no es sola.
Es un cúmulo de soledades.
El presente es sólo la acumulación de abismos.
Cada vez que me separo, vuelvo a tener seis meses de edad.
Cada vez que encuentro pareja, año y medio.
Y así, en una sucesión de repeticiones.
Cada repetición es original.
Hay quienes dejan marcas.
Hay quienes dejan marcas en las marcas.
Hay quienes no dejan, ni se dejan, ni dejan.
Lo obvio de todo esto está en la boca del estómago,
en las ganas de tomar más café de lo que acostumbro,
en la luz y la oscuridad que no se configuran como deseo,
en ese miedo a la muerte que es ganas de morir,
en ese miedo a morir que es ganas de matar,
en ese accidente temido que es accidente esperado,
en esas ganas de encontrar que son quién sabe qué.

2013 (o el año que murieron las abuelas)

Un día pensé cómo sería cuando se murieran mis abuelas
otro día pensé cómo me sentiría cuando muriera Fidel
en ambos casos me equivoqué
no sentí lo mismo que me había imaginado
no sentí ni tanto dolor ni tanto extrañamiento
supongo que tiene que ver con que he perdido algunas ilusiones
el mundo de hoy me parece una pesadilla breve
mi vida de hoy me parece un escaparate íntimo y público
me molesta el instinto de rebaño cotidiano
las estupideces repetidas al cansancio por los noticieros y los locutores de radio
el fútbol nacional e internacional
la geopolítica, las guerras, las muertes
la muerte
cada 100 años, dijo alguien por ahí, se van todas las personas que alguna vez existieron en el planeta y son reemplazadas por unas personas totalmente nuevas
estos años que viviré no son nada para nada
cuando muera no seré, ni seré yo
no recordaré ni los besos que te di
no sabré que alguna vez viví
que alguna vez caminé
que alguna vez te abracé
que alguna vez dormí
que alguna vez escribí estas palabras para alguien que tal vez las leerá
o tal vez no.

Je te veux

Hay personas que me hacen escribir.
Tal vez, que quiera escribir no sea un buen síntoma.
Las historias no tienen ni finales ni inicios.

Sus besos me provocan,
la sensación casi elástica de su boca.
el cigarro prendido al revés.

Nadie quiere sentir.
Yo tampoco.
Es terrorífico.

Cuando leo lo que escribo me avergüenzo.
Nunca sé que hacer después de un beso.
Nunca sé que sigue después.

Demasiado tarde

Lo sentí todos los días que caminamos juntos
cuando amasamos pan
cuando dormimos juntos
cuando nos besamos
cuando temblamos
cuando te besé la frente y las manos
cuando dormías en medias
cuando te secabas el pelo de noche
cuando hacías ruidos de niña
cuando nos abrazábamos
en tus actos de ternura
en tu generosidad de frutas
en tus planes
en tu ilusión
en tu cariño.