Administración de los impulsos sexuales y de gratificación

Es en el nivel de la administración social de la sexualidad, es decir, en el nivel de reproducción del sistema de dominación, donde se deben buscar respuestas a temas como los trastornos de la alimentación, las disfunciones sexuales, el auge de la pornografía y la pornografización de la existencia cotidiana, el endeudamiento y enfermedades como la depresión. Las respuestas deben deben de buscarse en la crítica de las instituciones del sistema de dominación, como la Iglesia católica y la sensiblidad cristriana de imperio, la relación salarial, la familia, la educación, etc.

Mi tésis es que en nuestras formaciones sociales contemporáneas, se produce un desencuentro entre las gentes con un efecto político de reproducción del sistema. Existe un dolor inncesario (de ahí la sobrerrepresión) que se mantiene con fines políticos. El sistema de dominación se instala en la subjetividad de la gente, es parte de sí. Surge el falso sujeto (la persona que sigue el guión de las identificaciones inerciales): el consumidor, el capital humano, el objeto de limosna o castigo judicial.

Las personas animadas por las cosas, que son los verdaderos sujetos. Las mercancías dan carácter a la existencia. Los implantes, rellenos de vacío. Vacío emparedado de vacío concreto. Vacío relleno de palabras ajenas y ruido de otros, deseos de otros. El sujeto dinero sujetando, encadenado a través de la relación salarial. El esclavista es dueño del obrero, lo cuida como si fuera un carro propio, el burgués es alguien que arrenda al obrero, y lo cuida tanto como cualquiera cuidaría un carro rentado.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.