lunes, 1 de marzo de 2010

¡No se preocupe, viva feliz!

Estas sociedades en las que malmorimos se basan en la autocastración gozosa. Lo importante es no salir. Mejor que se pierda la esperanza antes que salir. La única salida a la muerte en vida es la muerte en muerte. Goce, consuma todas las drogas que pueda tolerar su cuerpo, todos los litros de Coca-Cola y hamburguesas que su sangre soporte, compre todos los venenos envueltos en papel celofán que aguante su piel. Coja todo lo que pueda, mientras no establezca una relación humana al hacerlo. Y si no puede o no quiere coger, ¿para qué está internet? El more than you can eat en pornografía. Free porn, domination guaranteed. Así, usted puede seguir malmuriendo su relación matrimonial antihumana sin más contratiempos que su culpa desgarradora y desoladora. Véalo por el lado amable, al menos se puede desquitar la frustración y furia con el perro o con sus hij@s, que para efectos prácticos son lo mismo. También está su espos@.

En su trabajo, sea lameculos, indigno, arrodíllese ante sus jefes, que piensan que usted es un indio (y esto, aunque usted no lo crea, es algo negativo para sus jefes, no folclórico) con retardo mental, indigno y lameculos. Acumule prestigio, aunque sea a costillas de otros, si no puede expoliar a nadie materialmente, ríase de sus defectos, o mejor aun inventele alguno, le darán puntos por su creatividad. Lo importante es que usted muestre lo que usted vale por el lagartito que lleva en sus pectorales regordetes, eso sí, la camisa debe ser original, es decir, usted debió haber pagado 45 mil colones por ella, aunque sea una violación anal con testículos incluidos. Esa es la actitud, sentirse feliz y contento por ser copulado sistemáticamente por el ano sin que usted lo desee. La vida es un carnaval (Celia dixit).

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