viernes, 18 de julio de 2008

A las 7:30pm

Es justo a las siete y media que entra el viento frio, lo acompaña una llovizna persistente y mustia, que se parece a un concreto sentimiento de vulnerabilidad a la altura del corazón y los pulmones. Muchas veces lloré. Otras veces tuve ganas. Ahora solo lo soporto como quien conoce a quien espanta. Como quien pretende que los fantasmas no existen. Como quien quisiera que no le doliera más pero que sabe que tampoco puede evitar la sangre.

No sé porqué. Existiría de mejor manera si tu cuerpo no pesara, si tu paso no cansara. La noche sólo me trae tus dientes y el crepúsculo esta lejos. Hemos perdido. Esto se ha quebrado en mil pedazos y yo insisto en pegar los escombros con el amor que me sobra.

"¿Quién dijo que todo esta perdido...?"

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